Me siento rehén, dijo hace algún tiempo el entrenador Argentino, cuando pugnaba un acuerdo económico para terminar su contrato con la selección Chilena-
No ha pasado mucho tiempo y ahora está negociando su salida del seleccionado de su país a pesar que ha dicho no querer retirarse.
Algo parecido parece estar sucediendo con Julio Torres, el transversal jefe de educación de la Corporación Municipal de Educación Maipú, a quién sus nuevos “amiguis” de la derecha instalada en el poder local y en la CODEDUC, le han retirado su confianza y le han pedido su renuncia No voluntaria.
Claro no son tantos los millones de dólares en juego, pero en pequeña escala unos no despreciables milloncitos los que están en medio de esta operación desembarco de Julito.
Cálculos estimativos sobre la eventual indemnización indicarían que eventualmente sería entre 75.000 y 78.000 dolares estadounidenses para seguir utilizando el ejemplo de Sampaoli. En chileno eso correspondería entre 40 a 44 millones.
Por supuesto, Julio, sobreviviente de derechas e izquierdas, se maneja en modo Sampaoli y dice querer quedarse porque el ganó el concurso de director de educación de acuerdo con el estatuto docente, y que la figura de renuncia voluntaria no existe.
Cierto, no es lo mismo secretar saliva y embolinar la perdiz como jefe de educación, que tener que volver a predicar en su escuela de origen.
Pero Julio, ha sido un riguroso e implacable intérprete de leyes, reglamentos, concursos, plazos y otros asuntos, los que no siempre han jugado en favor de los profesores (por lo menos de los que no están en su círculo más sentimental, de amistad, de afinidad o transacciones académicas), Torres, parece ahora estar bebiendo de su propia medicina.
No es novedad que a los Señores y Señoras ejecutivos de la CODEDUC y su numeroso contingente de apoyo, la educación de los estudiantes de colegios municipales les importa muy poco, y están más preocupados de las licitaciones, el manejo de los recursos y el mercado público donde se repiten con suculentos montos algunas empresas del sector Puente Alto- Pirque por un lado y Renca por otra parte, amén de algunos fabricantes de buzos y material deportivo que actúan a través de subcontratistas del rubro en una interesante combinación comercial, por citar algunos casos.
Nada puede extrañar, y mientras el jefe de educación embobaba a su audiencia de directores y directivos de colegios con intrincadas láminas que explicaba a voz en cuello sobre la importancia de los liderazgos y del rol “tan importante y decisivo en la gestión escolar” que tienen los directores y directoras de escuelas y liceos, algunos de ellos se encuentran por dos o tres años con subrogancias tras haber sido declarados como desiertos.
Ahora siete de estos colegios están en concurso público de antecedentes y es muy probable que con alguna marrullería, se anulen estos concursos, al igual que el “pasapalabra” habrá que adivinar quienes son los autores de esta idea; ¿Julio, Barrera, Silvana?.
Para nadie es un misterio que la Alcaldesa muestra signos de molestia y hastío por algunas situaciones de la Corporación a cargo de los colegios públicos de Maipú. Es evidente que no quiere problemas anexos a la gestión del propio municipio. Un signo claro de esta molestia fue la conminación que le hizo al gerente José Miguel Espinoza de la entidad educativa para que abandonara una reunión en la cual se trataban temas y problemas educacionales. En términos coloquiales lo echó poco menos que a voz en cuello o gritos.
Por ahora, la CODEDUC, acéfala en educación, está cada día más mal (por lo menos para los que están en las escuelas) expuestos a políticas regresivas, desprotegidos, sin autonomía, donde abundan los sumarios, el soplonaje y lo peor que viene en paquete de importación de las prácticas de otros lados.
Aguante CODEDUC..