LA ALEGRÍA QUE VENÍA
El inicio de los noventa, marca una década de gran participación e influencia de los partidos políticos en el devenir social de nuestra historia nacional.
Florecía por entonces una incipiente democracia, un espacio de justicia, de libertades y participación “en la medida de lo posible”.
Era la Democracia Cristiana, el partido eje, robusto del conglomerado de la ex concertación, el que “llevaba la batuta”, imponía sus condiciones, tenía privilegios a la hora de poner e imponer candidaturas en todos los eventos electorales que sobrevinieron tras la caída de la dictadura, la DC era el partido ideal, pluriclasista, con arraigo en la santa iglesia en todas sus vertientes, un partido referente del acontecer político nacional, de centro de izquierda y de derecha, transversal, a la vez que profundo también “ni fu ni fa.”
EN MAIPÚ SIEMPRE LA DC
Herman Silva Sanhueza, el hombre ancla de la Democracia Cristiana en Maipú, nacido por allá por los años 30 en la sureña comuna de Penco, fue a la sazón el “hombre de la DC comunal”, alcalde por dos períodos y concejal hasta la fecha, que en todo tiempo merced de sus altas votaciones “llevó en su mochila” a camaradas de su partido para sentarlos en un sillón del concejo, – y de paso convertirlos en hombres poderosos en términos de patrimonio y cuentas bancarias gracias a sus votos en el Concejo – así como también lo hizo con varios concejales del conglomerado de la ex concertación.
Silva, vivió la bonanza de contar con todo una columna vertebral de su partido instalado en las distintas esferas del gobierno, mientras ejercía como alcalde de la comuna. Así Patricio Aylwin instalado como presidente de Chile, al controvertido Andrés Zaldivar como Senador de la República y en el distrito de la comuna a Carlos Dupré como diputado. Y como si fuera poco, acompañaban su gestión alcaldicia desde el concejo municipal tres concejales , los desparecidos Mario Ortiz y Héctor Canales junto al profesor Humberto Salas.
TODO ERA COLOR DE ROSA PARA LOS FALANGISTAS
Por lo demás Herman Silva era un Alcalde que gracias a su estilo alambicado y multipropósito, se llevaba de maravillas con la derecha local del ala más reaccionaria que representaba la concejala Hilda Porras, y algo más light y desenfrenada encarnada por Roberto Sepúlveda (el DOC).
Los más ideologizados reclamaban por entonces a Silva su entreguismo con la derecha, pero él siempre se las arregló para mantenerlos vociferantes pero controlados, particularmente reducidos en una labor dentro del municipio, todas condiciones que entre otras hicieron a sus camaradas denominarlo como “zorro plateado”
Eran días en que los asistentes o jóvenes aprendices de políticos, que crecían a la sombra de los caudillos locales, empezaban a abandonar los malones y fiestas, para intentar tener un espacio que les permitiera sentarse a la mesa junto a sus mayores, allí se asomaban los rostros imberbes de los Ovalle, Donoso, Celedón, Vittori, Campusano, Lavanderos, y otros sin edad ni tiempo
El partido crecía, era lejos el de mayor cantidad de militantes, sus reuniones o asambleas atestadas de devotos falangistas mayoritariamente empleados o funcionarios del municipio local, en las campañas electorales se tomaban la plaza, nadie podía con ellos, con la ley, con gente buena y de la otra, que custodiaba como un tesoro el derecho a gobernar la comuna.
A Herman Silva, y contra su voluntad, le sucedió en la alcaldía un insípido afuerino ,muy sonriente y “patero” con sus electores en la comuna, pero que en el fondo y en su fuero interno, los despreciaba.
De “sangre más azul” y de cuna en comparación con Herman Silva se trataba de Alberto Undurraga, de la corte de los autodenominados príncipes de la DC., el que a su vez entregó el mando de la comuna a otra figura , un osornino radicado en Maipú, Christian Vittori – un político narcisista rodeado de operadores políticos de poca monta ,con falta de academia y con características de verdaderos soldados o creyentes – que perdió la elección frente a una eximia ex – bailarina del programa Mekano
Hoy en día Undurraga deambula por la política nacional, quiso ser Presidente Nacional de la DC ,pero no tuvo eco ,ni menos apoyo para serlo , ahora quizás añora tener una figuración nacional de primera línea como futuro senador o diputado o, quizás volver a Maipú.
LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ DE MAIPÚ
Este título de una narrativa épica e histórica del cine estadounidense de la década de los 40, puede perfectamente dar pie a esta suerte de corolario que vive por estos días la Democracia Cristiana.
Podría perfectamente haberse llamado “Lo que el viento dejó”, porque así se podría escudriñar más fácil en lo poco y casi nada que queda de este famélico partido.
Primero sacudido por los titulares de presunta corrupción cuyo proceso sigue abierto, en el llamado caso basura, luego en uno de los actos de mayor irresponsabilidad política que se tenga en cuenta este partido tuvo en las últimas elecciones municipales del año 2016, un candidato demócrata cristiano con los papeles al día (Freddy Campusano), y a otro detrás de la puerta, un cuestionado alcalde en ejercicio (Christian Vittori , renunciado a la DC).
La Presidenta nacional de la DC, en ese año , Carolina Goic declaró, sin siquiera arrugarse , después de la elección que la candidatura oficial de Campusano, sabían no tenía ninguna chance, que era testimonial, y así fue, llegó en el tercer lugar, restando los votos precisos para que fuese electa alcaldesa Cathy Barriga, de la UDI.
La Democracia Cristiana en Maipú, se autoeliminó, la hundieron la megalomanía de algunos y la ambición de otros, padeciendo aparentemente en la actualidad el síndrome de Cotard. (*)
RAYA PARA LA SUMA
La Democracia Cristiana en Maipú, no es lo que era, y quizás vuelva a ser con este nombre u otro en unas cuantas décadas más adelante.
Nadie puede dudar que jugó un rol importante, de luces y sombras en la política local.
La generación que ayer fue una promesa, está, alejada, algunos renunciados al partido, otros mirando por la ventana, escribiendo historias en Facebook , insinuando nombre de ex figuras, hijos, sobrinos , nietos y también abuelitos, que podrían ser candidatos a concejales, Cores, o algo, por último para entretenerse, como diría un vendedor o vendedora, sin compromiso.
La figura ancestral que le daba oxígeno electoral a la DC maipucina, Herman Silva hoy en día está comprometido con la gestión de la actual alcaldesa ,más preocupado de mantener sus prebendas, sus dos hijas y su yerno con deliciosos sueldos en la CODEDUC ,entre otras y con un acelerado deterioro en la coordinación de palabras y de ideas que vayan en pro del progreso de Maipú, su participación en la vida política comunal y en el Concejo municipal es decorativa y más bien …..penosa, por darle un adjetivo suave.
Con respeto…
(*) Síndrome de Cotard : Trastorno mental según el cual la persona que lo afecta cree estar muerto (tanto figurada como literalmente), estar sufriendo la putrefacción de los órganos o simplemente no existir .
(*)By Jorge Nieto
Maipucino, ingeniero y pequeño empresario, columnista de www.radioeme.cl