ERRORES O «CAPRICHITOS» CUESTAN CARO MÁS AÚN CUANDO SE TRATA DE DINEROS PÚBLICOS.
Ese podría ser el colofón de lo que está ocurriendo en el municipio de Maipú dirigido por la Psicóloga ( Universidad Santo Tomás) Cathy Barriga, que sistemáticamente ha desarrollado una política de despidos de funcionarios municipales , desde el mismo día que asumió en diciembre de 2016.
Al parecer, esta política de despidos, que toda nueva gestión realiza y ajusta ,no reparó que muchos de estos funcionarios desvinculados acudirían a la justicia labora reclamando las necesarias reparaciones vía tribunales.
Es así que las autoridades municipales actuales han tenido que enfrentar demandas laborales por doquier y para amortiguar el impacto, debieron realizar como paliativo transacciones judiciales, es decir acuerdos con los respectivos trabajadores municIpales,hecho que permitió rebajar los montos indemnizatorios.
Ya en los meses de julio y agosto de 2017, se aprobaron transacciones judiciales por un monto total aproximado de unos 90 millones.
Ahora en los meses de enero y febrero de 2018 , se han dictado los respectivos decretos de pagos de 30 indemnizaciones, sea vía transacción judicial ,sea vía sentencia judicial.
Hasta el momento son 30 trabajadores los que acudieron a los tribunales laborales solo asesorados por abogados laboralistas que cobran entre un 25 y 30 % del monto de la indemnización.
DIRIGENTES GREMIALES “ ZOMBIES”
Han acudido solitos, porque los dirigentes gremiales , que ayer ( en las administraciones de Undurraga y Vittori, eran amos y señores, golpeaban la mesa, hacían discursos «duretes»en los banquetes y tomateras que ofrecían esas autoridades Concertacionistas ,ahora son dirigentes “zombies” ,al igual que esas mismas autoridades con las cuales connivieron con cierta complicidad.
Esos dirigentes , no se ven por ningún lado opinando sobre esto, rectifico, no los veo por ningún lado. Antes pagaban a un medio digital local rústico para que registrara sus bravatas, perdón , sus discursos gremialistas, para asustar a Undurraga y Vittori, que por lo demás eran o son bien asustadizos.
Ahora, nada de nada.
¡ PAGA MOYA ¡
Y siguen llegando (probablemente seguirán) las sentencias judiciales laborales y el municipio seguirá pagando y pagando y la alcaldesa psicóloga exonerando a otros más.
Total , la plata no es mía.
Aquí aplica, el dicho ¡ Paga Moya ¡
Finalmente, si hay sentencia judicial indemnizatoria o transacción judicial indemnizatoria,para estos funcionarios municipales despedidos, significa que no eran fantasmas, de lo contrario, los Tribunales laborales chilenos estaría indemnizando a fantasmas. Situación que sería de la máxima gravedad.