La antipoesía es un tipo de poesía rupturista, desarrollada por el escritor chileno Nicanor Parra (1914-…), quien ha sido distinguido con el Premio Nacional de Literatura (1969) y el premio Miguel de cervantes (2011). En aquel caminar, don Nicanor consolidó esta línea literaria y pasó a ser considerado como uno de los grandes poetas chilenos, junto a Gabriela Mistral (1889-1957), Vicente Huidobro (1893-1948) y Pablo Neruda (1904-1973).
Sebastián Briceño Villalobos, maipucino de toda una vida, 30 años, es uno de los imprescindibles en esta escena literaria. De profesión ingeniero, ha hecho de la poesía su oficio de existencia con la intención de liberar el alma por una vía de escape a los vicios del mundo contemporáneo.
Briceño, como le dicen sus cercanos, inició su carrera literaria con la publicación de los «Antipoemas de amor y odio» (2011), y ha participado en diversos talleres de poesía realizados en la comuna y otras zonas del país, entre los que destacan los del poeta y músico Mauricio Redolés (2011) y el Taller Laboratorio de Escritura de las Américas realizado en la Casa Museo La Chascona, de la Fundación Neruda (2012).
Algunos de sus textos han sido publicados en diversas antologías poéticas, tales como: «Bar»(2012); homenaje en el centenario de Nicanor Parra «Para ni roncar» (2014), «La pelota no se mancha» (2015) y actualmente escribió «Las Prosas Suicidas», Editorial El Húsar de la Muerte (2016)
Sebastián Briceño Villalobos, el antipoeta maipucino, seguidor del gran Nicanor Parra, espera que sus obras sean traducidas al mapudungún, quechua, aymará, rapa nui, y otras lenguas de los pueblos originarios de Latinoamérica, ya que considera que el español no es su verdadera lengua nativa. Así, durante el transcurso del año 2017, participará junto a otros jóvenes intelectuales para realizar encuentros de antipoesía en establecimientos educacionales y centros culturales.
Aplausos para este gran escritor.
Por Francisco Díaz.