Cuando hablamos de Navidad, a inicios del siglo XXI, a los niños y niñas rápidamente afirman la pronta venida del Viejito Pascuero -como se le conoce en chile-. Éste es una de las imágenes más trascendentales del mundo occidental católico; y se caracteriza, actualmente, como un protagonista panzón, de piel rosada y barba larga blanca, vestido de rojo, botas negras; imagen caracterizada, primeramente, por el caricaturista germano-estadounidense Thomas Nast (1840-1902); y más tarde personalizada por la Compañía Coca-Cola.
Navidad proviene del latín “nativitas” que significa “nacimiento”. Nacimiento que proviene de la fe cristiana, cuyo motivo es dado a luz: el Mesías, El salvador de los hombres en el mundo (…) con la intención de redimir al hombre del pecado, y que éste sea con Dios en el Reino de los Cielos. Frente a esto, la fecha del nacimiento del Señor Jesucristo no está explícita en la palabra de Dios-La Biblia-. Es por ello, que según La Enciclopedia de la Religión Católica (1), ésta interpreta que los líderes de la Iglesia deseaban “suplantar las festividades paganas por otras cristianas (…). En Roma los paganos consagraban el día 25 de diciembre a celebrar el nacimiento del ‘Sol invencible’” durante el solsticio de invierno.
Existen diversas versiones sobre el Viejito Pascuero, la más idónea, cuenta que durante el siglo IV en Patara, lugar que hoy conocemos como Turquía, existía un hombre llamado Nicolás de Bari (270-345) que pertenecía a una familia muy adinerada, y se le consideraba muy generoso por sus círculos cercanos. La leyenda cuenta que en una ocasión ayudó a su vecina a celebrar un matrimonio, donándoles monedas de oro dentro de unas bolsas. Bari, posteriormente se dedicó al sacerdocio, por lo que fue nombrado obispo y se convirtió en santo patrón de Turquía, Grecia y Rusia por sus buenas caridades con el pueblo (Foto Titular). A la fecha de su muerte -6 de Diciembre del año 345-(2) se expandió por Europa los innumerables quehaceres de sus pares, asistiendo materialmente a las familias más necesitadas en, especial en la celebración del nacimiento del niño Dios.
En síntesis, diversos medios de comunicación, al menos en Chile, proyectan la imagen del Viejito Pascuero como verdadero ícono de la Navidad; desplazando paulatinamente el credo de la representación del nacimiento de Jesucristo, -independiente de su desconocida fecha de nacimiento-. Esperemos que de aquí a unas décadas más las nuevas generaciones aun tengan en su consciente imaginario lo que significa un pesebre y, a su vez, los valores que personifican a la familia, y no al consumo hedonista de los Mall o Plazas Comerciales, temática que ni siquiera simbolizan el actuar de “Reyes Magos”.
Fuente: (1) Cf. http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es/ pp. 45-63.
(2) Cf. Limone, O. (2000). Nicolás de Bari. En Leonardi, C y otros.
Diccionario de los Santos, volumen II. Madrid: San Pablo. pp. 1757-1761.
Acerca del autor Francisco Díaz es Profesor y Escritor