Esta en la prensa nacional el debate sobre sobre el sistema de acreditación de excelencia académica conocido como SNED (sistema nacional de evaluación del desempeño), a propósito que liceos tradicionales y emblemáticos de Santiago y Providencia , como el INBA, el Instituto Nacional y el José Victorino Lastarria no lograron obtener el premio a la excelencia académica que en el caso que la hubieran obtenido hubiera significado una subvención educacional especial que se traduce en bonos de desempeño para los docentes .
Las alcaldesas de Santiago y Providencia han inundado los medios de prensa con explicaciones facilistas y generales – es comprensible pues tienen poco dominio del tema.
La verdad, es escandaloso que estos tres establecimiento no hayan obtenido este premio de excelencia. Años ha trabajé en cortos períodos en dos de esos colegios, el INBA y el Lastarria, que se distinguían por la disciplina intelectual y normativa.
El SNED existe en nuestra educación tanto municipal como particular subvencionada, por lo menos, desde unos 10 años a esta parte.
Básicamente consiste en un indicador compuesto por numerosas y diversas variables educacionales, como rendimiento académico expresado en las pruebas SIMCE , esta variable tiene una ponderación de un 65 % en todo el índice.
También se incluye en el SNED formación ciudadana, convivencia escolar , eficiencia y eficacia en los procesos.
En términos concretos se trata de un registro de todos los procesos educativos que tienen una ponderación. En otras palabras es la hoja de ruta que han seguido todos los procesos que conforman la educación , no sólo la instrucción académica.
En nuestra educación municipal, tres liceos obtuvieron el Premio de Excelencia Académica : EL LICEO NACIONAL DE MAIPÚ, EL LICEO BICENTENARIO DE NIÑAS ,Y EL LICEO SANTIAGO BUERAS Y AVARIA. ( se echa de menos al Liceo Maipú Gonzalo Pérez Llona) y tres Escuelas básicas : LOS BOSQUINOS, LEON HUMBERTO VALENZUELA Y ESPECIAL ANDALUÉ.
El SNED , es un registro de desempeño que lleva directamente el MINEDUC a través de sus organismos, y no de la “nueva institucionalidad educacional” que creó la Nueva Mayoría, que para muchos, no es más que una nueva burocracia: la Agencia de Calidad y Superintendencia.