No más de siete días atrás, a todos los vecinos del gran Maipú les ha llegado a sus hogares un políptico propagandístico que refiere exclusivamente a las próximas acciones concretas a realizar, en materia de infraestructura urbana. Puesto que es el sueño de toda acción pública que desea sonreír frente a una calidad de vida que se viene ostentando desde los años 80´, juntamente con un discurso pragmático de los Chicago Boys, bajo la dirección de los estadounidenses Milton Friedman y Arnold Harberger. Situación que sólo se ha sustentado en los marcos reales de las comunas más pudientes de Santiago, tales como Providencia, Las Condes, La Reina, Ñuñoa, Vitacura y Lo Barnechea.
Con el eslogan “CRECER: Lo que nos hace FELICES” y las palabras de un señor Alcalde investigado por el “caso de la basura”, nos dice: “Vecinos y vecinas: En Maipú hemos apostado por un desarrollo integral, dimensionado a escala humana, pero también orientado a generar obras concretas que cambien realidades… elaboramos una carta de navegación que recogió el sentir de las necesidades de nuestra comunidad…para ir avanzando en la línea de responder a las demandas de nuestra gente… ” Palabras y sólo palabras, actuantes y reactantes al igual como los discípulos de Friedman.
Entre las posibles a concretar: Un corredor de transporte público, Av. 5 de abril camino a Rinconada- Av. Las Naciones; El sistema de bicicletas públicas; Las luminarias casco antiguo; La nueva red de ciclo vías; La recuperación y ampliación de skate parks; Nuevas veredas para diez sectores de la comuna; y La reconstrucción de edificio Smapa, fecha de entrega 2º semestre de 2015.
Proyecto de millonarios montos a concretar (cifras entre nueve y diez dígitos): La construcción del Parque las Torres Valle Verde; Construcción de piscina Semi-olímpica temperada; Nuevo cuartel para la primera compañía de Bombero de Maipú; Edificios de Servicios.
En síntesis, esperemos que nuestra clase gobernante maipucina hayan tenido un maestro como Milton Friedman o la docencia de Arnold Harberger, porque de lo contrario grandes proyectos para un año complejo como ha sido el 2015, sólo tendrá la posibilidad de soñar y de expresarles a sus ciudadanos un buen deseo social, ya que las próximas elecciones municipales 2016 vienen con todo un barbecho de discursos democráticos que no tendrá opción de engañar a los futuros votantes.
Pero no cabe duda, que si estos proyectos llegasen a concluirse merecen la medalla de honor de cualquier Chicago Boys que confía en Chile y su destino.
Acerca del autor :
Francisco Díaz Céspedes es Profesor y Magister (c)