En este último tiempo en la comuna de Maipú, se ha escuchado sustancialmente y reiterativamente el lema “El Partido de los ideales”, perteneciente a la Juventud Radical de Chile que contagia significativamente a los nuevos jóvenes militantes de la Juventud Radical.
El Ingeniero en Agronegocios (USACH), militante y Presidente de la Juventud Radical de Maipú, Gabriel Gonzalez Santander (28 años) es un ejemplo e icono de la renovación política interna que se está barajando en el Partido Radical de nuestro país, particularmente, en los dos últimos años.
“Nuestro partido está pasando por momentos de renovación etaria a todo nivel, en la cual, tenemos la convicción que los ideales del partido están más vigente que nunca.” Mencionó en primera instancia el presidente de la JR de Maipú.
En cierto sentido el radicalismo, tanto a mediados del siglo XIX y nuestro tiempo, se fundamenta en una doctrina política que ampara un régimen social, económico y político sustentado en el efectivo ejercicio del poder, entregado al pueblo y al control democrático del Estado, primordialmente, inspirado en los principios de libertad, igualdad, solidaridad, participación y bienestar.
“Creemos que las personas de Maipú no se encuentran identificadas con el proceder de los actuales actores políticos. Por lo tanto, es nuestro deber como Partido Radical ser el nexo entre los ciudadanos y la municipalidad.” Dijo el ingeniero.
En estricto rigor, el Partido Radical no cuenta con ningún miembro en el Concejo Municipal de Maipú. Pero esto, para Gabriel, en vez de verlo como una debilidad es visto como una oportunidad. “Ya que podremos demostrar el cambio de gestión, renovación e interpretación de los acontecimientos políticos, que la gente quiere ver en las distintas instancias de las políticas públicas municipales.”
En conclusión, el Partido Radical está de vuelta, principalmente por la renovación de sus jóvenes militantes, al igual como en su tiempo lo realizó Pedro León Gallo, Valentín Letelier y Pedro Aguirre Cerda. Sin embargo, el escenario político sigue siendo competitivo, tanto por persuadir y convencer a las miles de personas que sienten desconfianza de sus gobernantes.
Desde esta perspectiva, las juventudes han tomado las banderas y se han aventurado a seguir su misión ideológica, que ha sido desprestigiada por los actuales políticos que ostentan el poder en cada elección, olvidando los principios e ideales que fundaron las bases de la credibilidad ciudadana.
Francisco Díaz Céspedes es Profesor