Ahora que la creatividad publicitaria –licitaciones y contratos mediante- se rebana los sesos con diseños llamativos, eslóganes pegajosos, ciudades felices y demases, bueno es detenerse en uno de los emblemas más identificables para la comunidad maipucina: el escudo de armas.
Pese a su larga vida como municipio, y al valor histórico de la comuna como escenario decisivo de la independencia nacional, no fue hasta 1979 que Maipú obtuvo su escudo de armas. A dicha fecha, no existía ninguna imagen heráldica que estableciera una relación concreta de identificación, mucho menos con carácter oficial, razón por la cual la Ilustre Municipalidad decidió convocar a lo que denominó concurso “Escudo de Armas de la Comuna de Maipú”.
Las bases de la convocatoria estaban abiertas a toda clase de participante sin restricción alguna de edad, residencia o nacionalidad. Si bien el tema era calificado como libre, se hacía hincapié en caracterizar la imagen de Maipú tomando en cuenta sus aspectos históricos, culturales, geográficos y religiosos, sugiriendo tomar como base los siguientes tópicos: la batalla de Maipú, el abrazo de O´Higgins y San Martín, el Templo Votivo Nacional de Maipú y, he aquí lo curioso, el proceso de industrialización de la comuna. En cuanto a la técnica a utilizar, esta también era libre, debiendo los concursantes presentar dos modelos, una maqueta a color y un original en tinta china.
Como todo concurso que se preciase de tal, se establecía un primer premio de veinticinco mil pesos, más un diploma de honor; asimismo, se otorgaría doce mil pesos más un diploma de honor al ganador del segundo lugar, mientras que seis menciones honrosas cerraban el rango de premiación.
Desde luego, si se instituían ganadores, era menester instituir un jurado que deliberase en conciencia, para lo cual no se escatimaron integrantes, conformándose un total de 17 miembros, entre los que destacaban, era que no, el alcalde Gonzalo Pérez Llona, quien además oficiaba como presidente del jurado; los ex-alcaldes Silverio Villanueva y Luis Ferrada; Eliana Adriazola de Pérez, esposa del alcalde y representante de las instituciones de voluntariado; Jorge Rojas Díaz, profesor de historia y rector por ese entonces del Liceo Municipal de Maipú; Héctor Contín Naranjo, en representación de carabineros; Manuel Latorre Villagrán, en representación de bomberos; Nelson Golborne Pacheco, representando al Consejo de desarrollo comunal; Raúl Téllez Yáñez, como representante de los vecinos de Maipú.
Esta actividad de seleccionar la mejor obra concursada contó con la coordinación del recién asumido secretario de Relaciones Públicas de la I. Municipalidad de Maipú , Manuel Molinet ,actual jefe de eventos del municipio.
En solemne ceremonia efectuada el viernes 24 de agosto de 1979 en el Salón Auditorium Municipal, tras interpretar el himno nacional a cargo del coro polifónico Goodyear y escuchar las palabras del alcalde Pérez Llona, se procedió a premiar con el segundo puesto al dibujante y pintor René Pérez Bórquez.
El primer premio recayó en Óscar Enrique Véliz Román, técnico gráfico de 50 años, egresado de la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Chile, quien al momento de hacerse acreedor del concurso se desempeñaba como perito calígrafo del poder judicial, además de poseer una pequeña empresa de estampados, diplomas, galvanos y fina caligrafía. Su propuesta para el escudo de armas de Maipú engrosaba una larga lista de concursos gráficos, entre los que se contaba el escudo municipal de Puente Alto, Pudahuel, Lampa e Iquique.
Con la resolución del jurado, se vino a concretar, en palabras de Gonzalo Pérez Llona, “una sentida y antigua aspiración de los vecinos de esta comuna, la de contar con un escudo que identificara lo que es la esencia de Maipú en sus diferentes aspectos, que identifique nuestro pasado histórico, que oriente nuestro presente promisorio y que proyecte el futuro grande y venturoso que todos anhelamos”.
Fuente: Imágenes Periódico Maipú. 1979 En Hemeroteca Biblioteca Nacional.
Acerca del autor
Eduardo Montalbán Marambio es Licenciado en Letras ,Universidad Católica y Magister en Literatura.Universidad de Chile
*) Artículo forma parte del Proyecto “Crónicas Municipales. 120 años del municipio de Maipú”.
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