La fiscalización de la opinión pública hacia las autoridades de turno ha sido consagrada práctica (sino obligación) desde antigua data. En ese ámbito, los medios de comunicación han cumplido una labor fundamental para el correcto desempeño del poder político, denunciando las actitudes negligentes e informando a la comunidad del acontecer cotidiano.
El municipio de Maipú, desde luego, no ha sido la excepción. Ya en 1910, en virtud de las tensiones administrativas descritas en alguna crónica anterior, la prensa local se alza como actor principal en la defensa de los intereses de la comuna, ocupando sus editoriales para recalcar las severas omisiones que la autoridad en cuestión ha cometido. Un ejemplo claro de esta posición lo encontramos en el periódico “El Maipú”. En sus ediciones semanales, se encarga de abordar diversos aspectos administrativos que aquejan a la comunidad, emplazando a los representantes municipales con vehemencia o, en algunas ocasiones, haciendo uso de la ironía.
Dentro de los temas sensibles para la comuna se encuentra el problema del alumbrado, falencia que atentaba contra la seguridad pública de los vecinos. En su edición del 1 de octubre de 1910, se puede leer el siguiente llamado: “Las noches de este simpático pueblo, cuando la luna con su plácida luz no alumbra las calles, parece un cementerio poblado de cadavéricas formas ideadas por el poeta, para terror de los pobres de espíritus. Luz, luz, luz, pedimos a los ediles, para el tráfico nocturno o en el último caso para alumbrar el caletre de cada uno de los señores municipales. Sus colinas y praderas, follajes y verduras, flores y mujeres, que hacen de Maipú la estrofa “una copia feliz del Edén”, merecen luz, que esperamos a la brevedad posible sea esto una realidad, como un prestigio a sus autoridades, en cuanto a buena administración y galantería.”
El ordenamiento de la comuna era también una preocupación constante: “Se nos dice que hay un acuerdo, aprobado por la Ilustre Municipalidad, para dotar de letreros con nombres de las calles y los números convenientes a los domicilios. Sería necesario que a la brevedad posible se lleve a la práctica esta importante medida, que tan eficaces servicios prestará a los vecinos de la localidad”.
La basura, sempiterna piedra en el zapato para el municipio, provocaba ya en esa época más de un dolor de cabeza. La edición del 5 de marzo de 1911 consigna: “Llamamos seriamente la atención de unos depósitos de basuras que continuamente existen en calle Chorrillos a lado de Dolores. Basurales se ven esparcidos por toda la comuna, sin que haya quien tenga piedad de los vecinos”.
Lo mismo podía decirse sobre los trabajos en la vía pública y la burocracia para llevarlos a cabo, tal cual se aprecia en el periódico correspondiente al 22 de octubre de 1911: “A paso de tortuga siguen los trabajos de las calles Antonio Varas y Dolores, barrio de Chuchunco. Así llegará el invierno y tendremos que soportar las lagunas y hervideros de microbios en el verano por las aguas putrefactas. Que la viruela haga estragos y demás epidemias, parece que no importa a los que deben velar por la higiene y limpieza de la comuna”.
Como se ve, la prensa, alejada de las relaciones públicas, hacía honor a su nombre de cuarto poder.
Periódico El Maipú, publicado en la comuna entre el 02 de octubre de 1910 y el 5 de octubre de 1913. Se publicaron 106 ejemplares.
Su Director y redactor fue Don Adolfo Peralta y su dirección postal era Av. Pajaritos 21 ( al llegar a la Estación FFCC)
Artículo correspondiente a Proyecto del Fondo de Medios 2016, de la Secretaría General de Gobierno y el Gobierno Regional Metropolitano.
Se encuentran ejemplares disponibles de este periódico en la Biblioteca Municipal? Si no es así, sería bueno que los encargados de la Biblioteca hicieran alguna gestión al respecto.
En la imagen que acompaña al texto se aprecia una fotografía de Agustín Edwards, fundador y director de «El Mercurio». Está clara la línea editorial del periódico. Saludos…
esta cronica demuestra que aunque pase el tiempo los problemas y las demandas de la gente siguen siendo las mismas, y que las autoridades siguen sin solucionar de manera definitiva.
Entretenida lectura, espero por mas.
«La basura, sempiterna piedra en el zapato para el municipio, provocaba ya en esa época más de un dolor de cabeza».
Y vaya qué dolores de cabeza ha provocado hasta el día de hoy. Ojalá que la nueva alcaldesa no caiga en estas malas prácticas.
Saludos a radioeme!!