Cuando los padres deciden orientar el futuro de sus hijos es una verdadera misión de reflexionar en torno a ello, más aún cuando éstos no tienen una planificación controlada de una prospectiva próxima. Si bien es cierto, son bastantes los criterios que subyacen en las conciencias que el mercado maneja silenciosamente en los ciudadanos, cuyos grados de capacidad de las familias son desplazadas, y que a su vez, no pueden soportar el ritmo de vida que oscilan entre los transeúntes por las avenidas del gran Maipú.
Empero, una de las tantas visiones para el progreso consecutivo de las futuras generaciones es optar a una unidad educativa técnico profesional; instituciones que han tenido éxito por las demandas laborales que necesita el país en estos últimos veinte años. El Liceo Técnico Profesional Agrícola de la comuna de Talagante es un ejemplo, para las que fueron comunas rurales hasta los años noventa; hito que ha perdido el vigoroso Maipú.
En la entrevista que se les realizó a las autoridades de este establecimiento: el Director, don Tomás García Gómez ( Imagen derecha); y el Inspector General, don Gustavo Mardones Massa (Imagen izquierda); conllevo a las siguientes respuestas:
Estimado Director: ¿Cuál es su opinión con respecto a la educación rural?
Vemos que la agricultura será una fuente de vida y del porvenir urgente en los próximos cuarenta años, ya que el mundo está volviendo atrás. Y como respuesta a ello, las grandes compañías privadas están comprando grandes territorios de áreas cultivadas; y por ende, nuestro capital humano debe estar preparado para toda decisión que se tome, tanto en los ámbitos laborales y económicos-sociales. En sí, nuestro establecimiento cuenta con una experiencia de sesenta años, puesto que tenemos la fortuna de tener una funcionaria que perteneció a la primera generación, doña Isaura Olivera Vera, actualmente tiene ochenta y tres años de edad, y aun cordialmente, ella labora felizmente con nosotros. Es una idoneidad para nuestras alumnas. Por lo tanto, pienso de modo general que la agricultura será la preocupación máxima de un occidente maquinizado, y a los ciudadanos chilenos nos corresponde no estar al margen de esto.
Estimado Inspector: ¿Cómo se práctica la disciplina en un ámbito de educación rural?
La disciplina que ejercemos es completamente contundente al perfil de nuestro establecimiento, las medidas son aplicadas en el proceso formativo de las alumnas. No hay que olvidar que el Liceo Técnico Agrícola recibe a las niñas en primero medio, de las cuales, muchas de ellas no tienen la madurez suficiente para comprender lo que es el campo laboral, cuyo motivo son sus familias que no tienen una visión clara para el futuro de sus hijas, y sólo optan por este liceo debido a los beneficios que presenta, como por ejemplo: Internado (de lunes a viernes), cinco comidas al día, profesores en constantes capacitaciones, sistema dual desde tercero medio en adelante, entre otras.
Director: ¿Por lo general cuál es la procedencia social de las alumnas matriculadas?
Nosotros queremos apoyar el sector productivo de las zonas rurales, y de hecho en los meses de Mayo y Junio visitamos los colegios de enseñanza básica que están a los interiores de las VI región. Porque ocurre lo siguiente: A pesar de que la región Libertador General Bernardo O´Higgins es un ícono en la producción agrícola en planos internacionales; prácticamente no tienen establecimientos técnicos profesionales e incluso en algunos sectores sólo existen colegios hasta sexto básico en un Chile del siglo XXI. Por lo tanto, las alumnas provienen de zonas rurales, y nosotros le brindamos el apoyo suficiente con las condiciones que mencionó el Inspector General.
Inspector: ¿Usted supervisa y controla la asistencia de las alumnas en el establecimiento, y los datos que se pueden visualizar es que presenta una cuantiosa ausencia por parte de ellas?
Sí, es bastante diría. Es por la siguiente causa: los acontecimientos domésticos de los padres o tutores de las alumnas son los responsables primarios, ya que su modo de vida, es por lo común trabajos nocturnos, más el analfabetismo para ejercer trámites, el cuidado de sus hermanos -cuando éstos enferman- o algunos embarazos escolares. Estos pueden ser los elementos básicos de que las alumnas no asisten a clases. Aún así, tenemos que mediatizar con las familias por medio de compromisos, de los cuales muchos no se cumplen (por parte de ellos). En cierta forma, estamos educando no sólo a la alumna, sino también a una familia a cumplir deberes, que en consecuencia es una imposición de responsabilidad, tanto de los padres como las de sus hijas. Empero, sentimos que las familias de nuestras alumnas son también parte de una responsabilidad intrínseca, porque de lo contario, ellas estarían solas. condición que es una tarea que dura diez meses aproximadamente, pero no tenemos el poder suficiente para el cuidado de toda una vida.
En síntesis, el establecimiento Liceo Técnico Agrícola de Talagante es un ejemplo para la educación rural nacional, y un ejemplo para la comuna de Maipú, ya que esta última ha tomado una dirección muy compleja con respecto al desarrollo agricultor-social, en donde prácticamente dejó de existir entre los años “Cautive intelligent” (2000-2010). Es decir, que en estos últimos diez a quince años los distintos gobiernos locales han preferido más el progreso urbano que el desarrollo agrónomo local, junto con sus remédiales in situ de los ciudadanos que aun moran en los espacios físicos como: la villa Joaquín Olivares, Villa el Maitén y otras cercanías entre la autopista del Sol y el camino a la cuesta Barriga.
No obstante el compromiso de crear una “Ciudad Feliz” es también asumir la responsabilidad cultural, política, económica y social de sus habitantes “rurales”; suceso que han explicado noblemente las autoridades del establecimiento Liceo Técnico Agrícola de Talagante, que muestran eficientemente una proyección socioeconómica emergente en las próximas décadas.