Debido a que el brote de peste negra se había originado en la zona portuaria, la comisión de salud creada por el gobierno de Germán Riesco Errázuriz estipuló estrictas medidas para la Gobernación Marítima de Iquique. La principal regulación se refería a la creación de un pasaporte sanitario, el que debía ser obligatorio para todo pasajero que se embarcase. Una vez embarcado, al pasajero en tránsito le estaba prohibido pisar tierra firme. El pasaporte, junto con la identificación del viajero, debía consignar claramente el equipaje subido a bordo, el cual debía pasar por un proceso previo de limpieza, procedimiento que se llevaba a cabo en el establecimiento conocido como “desinfectorio”. En relación a la carga de las diversas embarcaciones, esta debía ser declarada detalladamente tanto en su procedencia, contenido y destino, rechazándose de forma inmediata toda encomienda, bulto o paquete que estuviese mal embalada y sin rotulación; especial celo se tenía con el embarque de alimentos y productos animales. La autorización para realizar el embarque de carga debía pasar por el visado de la Dirección de Servicio Sanitario, la cual procedía a la sanitización dentro de las 24 horas previas al zarpe del barco en cuestión.
Paralelamente, la comisión encabezada por el doctor Alejandro del Río, pensando en el ciudadano común, elaboró un documento dirigido especialmente a la población; dicho instructivo, denominado “Cartilla Popular” constaba de diez medidas fundamentales, subdivididas en dos secciones, una primera destinada a prevenir el contagio, y una segunda cuyo objetivo no era otro que el de manejar la enfermedad una vez diagnosticada.
La sección preventiva reunía un total de seis recomendaciones perentorias, las cuales ponían énfasis en la adopción sistemática de medidas higiénicas, aspecto que para la época era asunto descuidado. Así, la cartilla apelaba al aseo perfecto de habitaciones, la eliminación de ratas, chinches, pulgas y moscas; además del aseo de viviendas y espacios comunes, se hacía hincapié en el aseo personal, como también en la limpieza de la ropa de cama, tema no menor dado el restringido acceso a agua potable para gran parte de los habitantes. En cuanto a la contaminación de alimentos, el instructivo sugería evitar por todos los medios su manipulación excesiva, y que no estuviesen al alcance de moscas y roedores.
Especial mención tenían aquellos productos cuyo consumo se realizaba sin cocción, tales como frutas y verduras, azúcar, queso y pan.
Otro ámbito llamativo para la prevención de la peste negra era el llamado a evitar golpes, heridas y rasmillones, principalmente de manos y pies, además de evitar que los habitantes de Iquique anduvieran descalzos, conducta muy extendida en las zonas nortinas en época de altas temperaturas.
Esta última instrucción estaba enfocada especialmente a la población infantil, la cual además debía ser controlada para que no se llevara objetos a la boca.
Respecto a la sección de manejo de la enfermedad, se instaba a la población a reconocer los síntomas iniciales que un eventual contagiado podía presentar: fiebre repentina, pulmonía, debilitamiento general, abultamientos dolorosos tanto en la ingle como en la axila y ulceraciones en las extremidades.
Ante estos síntomas, la gente debía solicitar una visita médica, descartando por completo el ocultamiento de la enfermedad; las personas de escasos recursos, por su parte, debían atenderse con el facultativo del servicio sanitario dependiente de la intendencia regional. Una vez que el diagnóstico se confirmaba, el contagiado quedaba en aislamiento hospitalario, a la vez que el grupo familiar era monitoreado y trasladado a una casa-asilo, mientras la vivienda familiar era desinfectada. Tanto el traslado de personas como la desinfección del hogar eran gratuitos, siendo el costo asumido por el Estado.
Medidas más, medidas menos, los anteriores protocolos se hicieron extensivos a las oficinas salitreras y al servicio ferroviario, y constituyeron la base para epidemias futuras que asolarían al país.
"De la Peste Negra a la Pandemia del Coronavirus:Las crisis sanitarias en el Chile Moderno"
Proyecto financiado por el Fondo de Medios del Ministerio Secretaría General de Gobierno