Imagen de archivo y contexto
El PPD, tiene experiencia de estar en la sala de urgencia de la política, así fue desde sus inicios en que tenía una especie de concubinato con el partido socialista, con quién compartían figuras políticas, que muchas veces impulsaron una disolución del PPD para engrosar las filas del tronco socialista más histórico e ideológico.
El partido por la Democracia en Maipú, ha tenido una curiosa existencia, siempre con representación en el consejo municipal, con la eterna queja que sus representantes han tenido una pobre filiación orgánica con el partido, un ejemplo actual es la de su concejal Erto Pantoja, al que los pepedeístas dicen haber visto o conocer por la transmisión vía streaming donde con voz engolada y profunda participa del concejo respondiendo A P R U E B O , cuando se trata de proyectos que presenta la alcaldesa UDI de la comuna.
Maipú, ha sido otra de las comunas en las que el senador Girardi, pone y saca candidatos del PPD a cuanta elección existe. Sin su consentimiento no hay bautizo que valga. Su mano está en la elección de Pantoja.
¿ Y EN QUÉ ESTÁ AHORA EL PPD ?
Así como otros caudillos locales de partidos de la ex Nueva mayoría casi en extinción, el PPD, hace política a través de las redes sociales, tiene una directiva que fue electa con la participación de militantes a los que en otro tiempo les fue concedida la gracia de cargos en el municipio y que por supuesto con la llegada de la derecha al gobierno local entraron en un proceso de hibernación política, dejando solo en el whatsapp a su presidente.
Participan de un invento local post-trauma de las elecciones municipales, que se autodenomina “Maipú somos todos”, claro este invento es como el bote salvavidas que recoge a los náufragos y que el capitán Ariel los recibe a bordo con un “bienvenido cumpa”.
Algunas voces al interior del PPD, manifiestan que así de perdido y a la deriva está el partido en Maipú, sin directiva, sin militancia activa, sin propuesta, pero formando parte de una cofradía unificadora que se le ocurrió a algún visionario o “vivaracho”.
Ya ha trascendido en el plano interno del PPD, que “Girardi”, ha ordenado a una de sus discípulas, Magdalena Arias, que tome el control del PPD en Maipú, lo que pondría algo de color a la elección de este desnutrido partido, que llegó a tener dos concejales de la línea Girardi, en el periodo del alcalde Vittori, (Carlos Jara y Carol Bortnick), ambos abandonaron el PPD tras verse involucrados en el caso de la basura , Jara se fue al Partido Radical (dijo sin arrugarse que era su cuna política,) y Carol está en el mundo privado.
AHORA,NOMINALMENTE EL CONCEJAL DEL PPD ES EL ACTOR PANTOJA
Magdalena Arias Andrade es un caso especial dice que trabaja en el actual municipio de Maipú dirigido por la UDI y su alcaldesa Cathy Barriga que ha desarrollado una política de persecución sistemática hacia los funcionarios que piensan distinto, especialmente los funcionarios a honorarios.
Teniendo estudios de Secretaria Ejecutiva tiene una renta mensual de $ 1.600.000,pero lo más llamativo es que su función oficial y declarada es …”Elaboración de estrategia corporativa integral, que vincule a las diversas unidades municipales en el mejoramiento de iniciativas locales, que impliquen la articulación y el relacionamiento público privado y un aprovechamiento eficiente de los recursos existentes…”
De acuerdo a estos antecedentes , una dirigente y ex candidata a consejera regional del PPD, tendría una función estratégica para el municipio UDI.
Su renta que no se condice con sus estudios y su función estratégica señala que existiría una negociación política entre esta dirigente y la UDI, o también una negociación entre el senador Girardi y Cathy Barriga o, posiblemente, una negociación o acomodo entre el Concejal Pantoja ( nominalmente PPD) y la Alcaldesa UDI.
Habría una lista más local, compuesta de militantes históricos y nuevos jóvenes incorporados al PPD, que estaría por presentar una propuesta de política comunal, para ser discutida desde la base partidaria y con distintos actores de la vida política y social en Maipú, para luego pensar en definiciones y pactos o acuerdos políticos.